El bombeo solar es uno de los sistemas que más se está utilizando en el sector agrario tanto para la irrigación como para el suministro de agua a abrevaderos para el ganado.
La amplia radiación solar de nuestro territorio y las fluctuaciones imprevisibles de la energía eléctrica convierte la energía fotovoltaica en un elemento que aporta seguridad, ahorro y autonomía a la hora de suministrar electricidad a nuestros proyectos. Por suerte, en los últimos años y gracias a la supresión del conocido como “impuesto al sol” las instalaciones fotovoltaicas han tomado un gran impulso, aumentando su contribución al PIB un 19% en 2018.
En el bombeo solar directo, los paneles solares son los encargados de proveer la energía necesaria al sistema. En cuanto la radiación solar comience a incidir sobre los paneles, la bomba de agua se pondrá en marcha y comenzará a mover al caudal de agua hacia el lugar deseado. Debido a que depende completamente del sol, el caudal variará en según la energía producida por las placas solares, alcanzando su máximo rendimiento a mediodía, mientras que por la noche se detendrá.
Este es el sistema más conveniente cuando no haya necesidad de bombear agua las 24 horas, ya que se prescinde de las baterías, el uno de los componentes más caros de las instalaciones solares que almacenan energía. Cuando sea necesario disponer de agua también cuando no haya luz solar, la opción más conveniente y extendida es disponer de un depósito de agua en el que almacenar el agua excedente extraída durante las horas de luz. Colocando el depósito en un nivel más elevado, se podrá llevar el agua al lugar deseado gracias a la gravedad.
En las instalaciones de bombeo solar directo podemos encontrar los siguientes componentes:
Desde Alusín Solar te ofrecemos una asesoría técnica completamente gratuita con nosotros para poder conocer tus necesidades y adaptar el proyecto a tu caso particular.